Fame antigua
Como ya sabéis, Habitación 216 lleva dos meses en papel. ¡Dos meses ya! Y la criaturita se ha defendido bastante bien por sí sola.
De hecho, entre quienes la han leído, algunos me han dicho que es inquietante y adictiva. Varios. Otros me han comentado que el personaje principal está tan presente que solo falta poder olerle. Una lectora ávida la devoró en dos días. Y más de uno se quedó pegado al asiento con el giro de la trama, con esa cara de “¿pero qué demonios acabo de leer?”. Incluso uno de los primeros en leerla me dijo que es muy cinematográfica.
(Y no sabéis lo feliz que me hace oír todo esto, claro).
Así que antes de seguir, gracias. A todos los que me habéis escrito, apoyado, recomendado y animado a seguir escribiendo. Ya me estáis pidiendo la siguiente… ¡qué presión, oye!
Ahora bien, también me he encontrado con un tipo de lector muy concreto:
Ese que no toca un libro en papel desde que perdió el último tren de cercanías con el tocho de Los Miserables bajo el brazo.
Ese lector de sofá que pasa del salón a la cama con luz tenue y dedo nervioso, y que se despierta al oír el porrazo del libro al caerle en la cara. Ese lector que, desde entonces, prefiere cargar traumas ajenos antes que peso propio.
Pues bien, si tú eres de esos: ¡enhorabuena! Porque ya está disponible Habitación 216 en formato ebook.
Y hasta el 24 de julio, puedes reservarlo en Amazon.
Sí, claro que esto es parte de una estrategia de marketing. A estas alturas, nadie engaña a nadie. Pero también es una forma de acercar la novela a más personas. A quienes aún no la han leído, ya sea por motivos económicos o por simple costumbre digital. A los que la empezarán en el metro y la acabarán a las tres de la mañana, con los ojos medio secos y el corazón encogido.
Aquí está mi criatura, ahora también en versión digital. Sigue igual de oscura, igual de torcida, igual de traviesa.
Y sigue siendo tan mía como vuestra, una vez que la leáis.
¡Cuidádmela!
...más de uno se quedó pegado al asiento con el giro de la trama, con esa cara de “¿pero qué demonios acabo de leer?”
Y si ya la has leído, me haría muchísima ilusión ver una reseña tuya en tu blog, que le dediques unos minutos en tu podcast o que dejes algún comentario allá donde la hayas conseguido.
O quizá una advertencia.
O una lista de la compra (porque se te fue la cabeza).
O todas esas cosas que ya no puedes mirar igual desde que conociste la historia.
También puedes escribirme para decirme qué te pareció, o proponerme, no sé… una entrevista o un viaje a Bangor, Maine, para recorrer juntos los Barrens.
En cualquier caso, te espero deambulando por sus páginas, corriendo frente al peligro… o acechando desde la oscuridad.
Gracias, de corazón, por tanto cariño.
— Emilio
Gracias por leer, mientras tanto, te seguiré escribiendo.
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